miércoles, 20 de noviembre de 2013

El Ferrocarril a las Canteras y la Penitenciaría


Penitenciaría en 1860 con rieles para su construcción que atraviesan los rieles del FC a Chorrillos. Vista tomada por el fotógrafo escocés- estadounidense Alex Gardner.

La Penitenciaría de Lima, conocido simplemente como el Panóptico, fue un edificio penitenciario que existió en la ciudad de Lima. Tenía el diseño panóptico que se puede ver desde cualquier ángulo, inventado por el filósofo Jeremy Bentham en 1791.

La penitenciaría fue construida entre 1856 y 1860, por disposición del presidente Ramón Castilla debido a la carencia de un sistema carcelario en el país. Fue inaugurada en 1862.Luego de un estudio realizado por Mariano Felipe Paz Soldán, se dispuso la construcción del edificio por parte de los arquitectos Michele  Trefogli y Maximiliane Mimey. Se encontraba al sur de la ciudad, cerca a la puerta de Guadalupe de las murallas de Lima pero dentro de ellas.

El frontis del edificio reflejó un estilo arquitectónico de severidad, mostrando su finalidad reclusoria e intentando proyectar una imagen de inexpugnable, a la par que la disposición de las salas en su interior incluían zonas donde los presos trabajaban durante el día y celdas donde se recluían en las noches. Poseía una muro perimetral muy alto desde donde vigilaban a los presos. Tenía tan solo tres puertas las que daban todas al actual Paseo de la República.

El edificio existió por más de 100 años y en el sufrieron prisión personajes como el presidente Augusto B. Leguía, confinado allí luego del golpe de estado que lo defenestró del poder.  También estuvo Haya de la Torre entre muchos otros. Fue prisión hasta 1961, siendo posteriormente demolida. En su lugar se levantan actualmente el Centro Cívico de Lima y el Sheraton Lima Hotel & Convention Center. Durante su construcción se instaló un ferrocarril, llamado fc a las canteras, para traer rocas desde el cerro San Bartolomé que queda cerca al hospital San Juan de Dios en Nicolás Arriola. Fue el primer edificio de piedra que se erigió en Lima. Al comienzo albergó presos sentenciados, mujeres condenadas y hasta jóvenes convirtiéndose así en reformatorio también.

Testimonio: de niño pude ver el interior de la penitenciaría varias veces, pues era mi ruta para ir al colegio, cuatro veces al día durante cuatro años pasé por sus alrededores. Se hallaba entonces ya en proceso de demolición, una gigantesca grúa con una enorme bola de acero se encargaba de traer abajo la pared exterior. En la grúa decía: Vitaliano Delgado Demoliciones. Quedé impresionando por lo tétrico y lóbrego del edificio. Pude pasearme, si se puede llamar paseo, por sus vetustas instalaciones enlucidas por dentro con yeso y quincha muy deteriorada.  Me llamó poderosamente la atención su falta de luz en las celdas que deben haber sido muy incómodas, carentes de baño.

En el centro del edificio había una pared en la que alguien había pintado un Cristo. Nadie se atrevía a derruir la imagen. Nunca me permitieron subir al segundo piso del edificio central, el que se ve en la foto, ni bajar a su sótano completamente en tinieblas. Jamás supe qué había allí, pues cuando preguntaba me decían simplemente: no hay nada.  En la puerta principal que era de bronce había una inscripción: 1860. Una experiencia para no olvidar nunca más.

La demolición de la Penitenciaría se hizo durante la gestión de Gerardo Arosemena Garland como ministro de Justicia y Culto. Este señor fue también un interesante historiador de la guerra del Pacífico. La propuesta para la "demolición de la Penitenciaria y Cárcel Central" por parte Vitaliano Delgado ascendió a 70,000 soles y tuvo que competir con otras dos firmas más, según Resolución Suprema del 18 de Mayo de 1962.


 

Interior de la Penitenciaría ya abandonada
 
Después de terminada la Penitenciaría los rieles del fc a las canteras fueron levantados. Se utilizaron entonces para llevar la recién llegada estatua de Bolívar desde la estación del FC Lima-Callao en la actual plaza San Martín hasta la plaza de la Inquisición rebautizada como plaza Bolívar. Nuevamente se levataron los rieles y se colocaron en el Callao donde se utilizaron como el primer tranvía a sangre, con caballos, del Perú en 1863. Este tranvía iba de la calle Paz Soldán cerca al Real Felipe hasta La Punta.
 
 

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